lunes, 18 de octubre de 2010

La vida

No sé que me está pasando. Me siento mal. Siento que no tengo fuerzas para nada. ¿Qué me pasa? Me falta voluntad, me falta un incentivo... algo, alguna señal que me indique por donde ir. ¿Qué espera el mundo de mí? Realmente, ¿vivo como quiero vivir? ¿o vivo como el mundo quiere que vida? Es tan sólo una crisis. Es tan sólo una nube. Es tan sólo una tormenta. Sé que después de la lluvia va a salir el sol. Siempre lo hace. Y hasta es muy probable que también salga el arco iris. ¡Pero cuándo! Lo necesito ahora, esa tibieza, ese calor... necesito un poquito de su energía, de su vida, para reponerme... ¿Pero cuánto tiempo más tengo que esperarlo?


La vida no siempre es bonita. No siempre nos sonríe. Hasta hace poco, tenía la creencia de que la vida era sencilla. ¿Faltaba algo? no importaba, en algún momento lo conseguiría, porque la vida así nos ponía a prueba. ¿Me dolía algo? no importaba, en algún momento dejaría de doler, porque la vida así nos hace ver cuan fuertes podemos ser. ¿Me enojaba con alguien? no importaba, en algún mome nto la vida nos reconciliaría. No me importaba si me ensuciaba con barro, si hacía mal algo, si me olvidaba de algo, si no tenía plata para salir... todo eso se podía remediar. Será por eso que soy tan despistada y colgada con todo el mundo. No me gusta preocuparme demasiado por las cosas. Si no hay plata, se hará una salida gasolera. Si me ensucio con barro, me baño. Si me olvido de algo, lo lamentaré más tarde y de seguro no me lo olvidaré la próxima vez. Si haho mal alguna cosa, aprenderé de mis errores. Pero no es más sencillo decirlo que hacerlo. La vida nos pone a prueba paso a paso a lo largo de nuestro camino. Y quizás esta sea una prueba más. Ya la superaré.

Pero por lo que resta del día, tengo que sonreír más, tratar de no enojarme (porque como me decía mi abuela es doble trabajo: enojarse y desenojarse), y hacer todas las cosas que pueda. Porque si bien la vida no es sencilla, vida hay una sola y nadie prometió que sería fácil y divertida, sólo prometieron que valdría la pena vivirla.



Las mujeres somos como manzanas en los árboles... Las mejores están en la copa del árbol. Los hombres no quieren alcanzar las mejores, porque tienen miedo de caer y herirse. En cambio, toman las manzanas podridas que han caído a tierra y que aunque no son tan buenas, son fáciles de alcanzar. Así que las manzanas que están en la copa del árbol, piensan para si, que algo está mal con ellas, cuando en realidad, "Ellas son grandiosas".
Simplemente tienen que ser pacientes y esperar a que el hombre correcto llegue, aquel que sea lo suficientemente valiente para trepar hasta la cima del árbol por ellas. No nos caigamos para ser alcanzadas, quien nos necesite y quiera hará TODO para alcanzarnos....
La mujer salió de la costilla del hombre, no de los pies para ser pisoteada, ni de la cabeza para ser superior. Sino del lado para ser igual, debajo del brazo para ser protegida, y al lado del corazón para ser amada...